Random is my second name

Escritos sin sentido, palabras ordenadas que trasmiten mucho o poco, ambiguos... Como yo.


Pues no intentes callar a un alma que nació para gritar, y que no logra comprender las ausencias que marca el reloj.
Tomo una silla y la pongo enfrente, dime tú que ves...
Yo no veo más que unos ojos cansados de llorar,
unas manos marcadas de palabras vacías
que se marcharon con la esperanza inexacta de ser
Un trombonista desafinado y sonámbulo acompaña los pasos de aquellos que no se dejaron vencer, pero tuvieron un final abrupto...
Respiramos el mismo aire que hace tiempo nos viene intoxicando.
Frente al espejo, no logro comprender las razones que me hacen verme diferente, tal vez sea la fuerza o los vestigios de locura que corroen mi interior.
Bienvenido sea todo aquel que quiera tomar sus alas y volar conmigo
aquellos que disfruten de escuchar el silencio que atrapa la mente de los invisibles.
Los que sostienen su armadura con hilos de plata y un mar de lágrimas, que suelen ser tildados de cobardes y miserables, pero que por dentro encierran un paisaje de colores casi indivisible si no fuera por que fue escrito de a dos.
Tal vez es cierto, no queda mucho que decir... más bien lo que se ha dicho puede llegar a corromper las ideas puras.
Pero el silencio no es apremiante en circunstancias como estas, en donde el hombre por ser hombre se ha de llamar soy, mientras que los que soy y deben ser viven en la sombra de un árbol marchito para la memoria.
Todo sería más fácil si pudiera olvidar... Pero no tendría ese placer enfermizo que genera el (re) construir pasillos y miradas sobre las palabras que no se digieren en la cena de la tarde.
Sueños efimeros y distantes que persiguen a los nuevos ideales y que atacan cual si fueran aves de carroña que esperan que alguno muera para devorarlo...
Inconcluso queda entonces el aire de la manada que suele gritar y moverse en grupos cerrados de los cuales el asco no me deja pertenecer... Pero agradezco su oferta y el invitarme a formar parte de ese mundo... Pero no, no quiero amanecer junto a usted.

0 comentarios:

Publicar un comentario




Y es que ellos fueron, son y tal vez serán


Laberintos curiosos y extractos cotidianos



Soñadores en Facebook