Random is my second name

Escritos sin sentido, palabras ordenadas que trasmiten mucho o poco, ambiguos... Como yo.


Como un fragmento que cae, que se desmorona, que se revienta en el piso,explota... Con un sonido perturbante y ensordecedor. Con una fuerza increíble y resplandeciente, casi como si todo fuera mentira, como si esta realidad se trasformara en otra diferente. Y me falta el aire y me agito, tan cerca, tan pero tan cerca, que hasta lo puedo tocar, sentir. Y ahí esta, esta, y no esta medias, y no esta menguante, esta en un todo, y es perfecto, es belleza pura, es más que un sueño, y no duermo, es real, es tangible y estoy consiente, es bello, y me llena.


Existen miradas que quitan el aliento, y las palabras, miradas que me han perdido. La tuya es una de esas...


Y tal vez hoy escriba o tal vez hoy no escriba, y grite muchas veces incoherencias y palabras vacías, o tal vez hoy vaya a tu casa y te tire en la puerta la lista de zapatos que te hicieron falta para el viaje.
Aquel viaje por el océano, por el mar y por la playa, cuando el sol se ponía, cuando la gaviota cantaba y la espuma del mar nos tocaba los pies.
El murmullo y tu cama, tus manos, y tu respirar...Nunca pude luchar contra ese sentimiento que me produce verte sonreír y moverte entre mis brazos, y morir cuando creo y siento.
Y despertar derrepente y sentirte a mi lado, abrazarte una vez más y dormirme de nuevo, es lo que hoy me hace soñar, por que eso fue lo único que no puse en la maleta que perdí.
Y que si tenés miedo, y que si yo también lo tengo. Al final sabes que para mi es lo mismo.
¿Volveremos a tocar,el cielo? Pero si con vos el cielo dejó de ser el limite...
Aunque ya no nos hayamos quedado ahí, te sigues quedando acá y yo me quedo un poco más allá, de donde te sentabas y te hacías preguntas en la playa.
Solo que ahora no te tomas la molestia de pedir permiso para darme un beso.
Y para vos tal vez no escriba nado o lo escriba todo...


Llevo horas sin dormir, incluso días, y Beethoven estalla en mis oídos e inquieta mi espíritu, ese que aún siente. Mucho no ha cambiado, sigue siendo lo mismo, solo que lo mismo no es igual. Vos cada tanto te vas, te perdés, desaparecés... Como que te desconectás del mundo y esperás. Y yo pues ya no puedo continuar con el juego, ese que hace un tiempo empezamos, pues no soy lo crees y lo que quieres que sea, y lo sabes y lo se, pero falta que ambos lo sepamos. Pero no hablo de la retorica y mucho menos en plural. Y lo sé...nunca te gustaron las mascaras, por eso hoy ya no hay...


Con el tiempo aprendes que las palabras
dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante
toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si
has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a
ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus
amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te
das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser
humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios
multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus
caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer
planes.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a
que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo
te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que
estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque
seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer
estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que
intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que
necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún
sentido.

Pero desafortunadamente, solo con el tiempo...


No quiero ser domesticado... No quiero necesitarte, ni quererte, ni depender de vos. No quiero dormirme todas las noches pensando en tu voz, y abrazando la almohada mientras imagino que sos vos, no quiero que seas lo ultimo en lo que pienso y lo primero que viene en la mañana. Correr cada vez que suena el celular y sonreír si es un mensaje tuyo, no quiero que mi lengua se enrede y te llamé sin querer, ni ver tu rostro en cada persona que pasa frente a mi en la calle. No quiero que seas parte de mi mundo, y que mi mundo sea en parte tuyo. No quiero escribir cursilerías y frases trilladas, ni que me bajes el cielo y las estrellas, que me digas las mil y un palabras perfectas. No quiero extrañarte después de verte todo el día y extrañarte aún más si no te vi. Ni que el tiempo pase más rápido cuando tomo tu mano, o sentir cosas extrañas en el estomago cuando te acercas. No quiero que veas mi lado frágil, imperfecto, el lado que quiere, el lado que siente.

Sin embargo me atrevo a decir que para eso, ya es tarde...


Nunca me gustaron los gatos, y siempre estreche las manos con fuerza. Nunca me gustó pintar, y siempre traté de ser yo. Cuando sonrió lo hago por que quiero, y escribo para sacar, lo que muchas veces se acumula, y si escribo a mi manera, y escribo sobre mi, y no es lo mismo lo que se lee a lo que yo quiero dar a entender, en cambio prefiero a los perros, y no suelo abrazar, siempre amé la danza y nunca me gusto seguir las reglas, hago las cosas al revés soy zurdo. Y si... ¿Qué esperaba?




"La memoria es antojadiza.
Superada cierta edad,
el orden se vuelve ridículo,
qué importa el hilo cuando se sabe
que no hay vuelta atrás.
Las direcciones, más que para llegar
sirven para regresar"
Fernando Contreras Castro
El tibio recinto de la Oscuridad




Hoy no debería de escribir, y menos de vos... Igual lo haré como lo he hecho desde que te conocí, a veces cuando te miro es como un bocado nuevo de aire que entra en mis pulmones, otras veces es como un balde de agua fría que cae en mi espalda. Siempre pensé que la verdad me haría libre y por eso la busque tanto y tanto, pero esa verdad me hizo ser aún mas esclavo y prisionero, de mi mismo.. tal vez.
Por eso hoy después del café, después de verte, de pasar una tarde con vos, me pregunto quien eres, y por que estas acá. No se por que me abrazas o me dices que me quieres, por que viniste a mi, ni si quiera se de donde apareciste, solo se que estas acá.

Me cansan las cartas en blanco que llegan todas las mañanas, no dicen nada, no tienen nombre, pero siguen llegando, una después de la otra. Y yo no comprendo, me quedo en blanco como las hojas y no se por donde empezar.

De nuevo tengo ganas de un café y visitar la casa azul que desde ayer me obsesiona, conocí el arte que me mueve y a la mujer que lo expone. Y me gusta cuando las cosas entran si esfuerzo, cuando todo simplemente pasa, libre.. Una cualidad tuya que decidí olvidar

La canción que escucho no ayuda la verdad, pero ese piano.¡Ese piano! y las huellas que aún sigo encontrando entre los rastros de la pared y los escombros que no me canso de sacar.

Hoy fue suficiente para mí, no se para vos... Pero el sabor que me quedo en los labios, me dejó helado y sin aliento, y ese par de monedas doradas que suenan en mi bolsillo, tal vez me sirvan para un nuevo café mañana.

"Espero alegre la salida y espero no volver jamás".


Frida Kahlo




"Mi Diego:
Espejo de la noche. Tus ojos espadas verdes dentro de mi carne, ondas entre nuestras manos.
Todo tú en el espacio lleno de sonidos. En la sombra y en la luz. Tú te llamarás Auxocromo el que capta el color. Yo Cromoforo- La que da el color.
Tú eres todas las combinaciones de números. La vida.
Mi deseo es entender la línea la forma el movimiento. Tú llenas y yo recibo.
Tu palabra recorre todo el espacio y llega a mis células que son mis astros y va a las tuyas que son mi luz".

Frida Kahlo




"Pies, para que los quiero si tengo alas para volar"
Frida Kahlo


Y de tanto que duele, uno ya sabe ni donde, pero igual él sigue esperando una rosa blanca, una nada más.


Las palabras se me van poco a poco de los labios, y escribir cada vez es más difícil... cuando se sigue esperando a que el sol salga. Yo solo se que nunca he visto un amanecer y seguiré así, incluso tal vez muera sin verlo. Hay más mensajes, hay más llamadas, incluso hay más gente, pero siguen siendo cualquiera. Aunque estés vos... Las cosas no cambian o cambian tanto que ya ni lo noto, y de nuevo cuesta dormir. ¿Aunque estés vos?...
Me despierto en la mañana y te encuentro a mi lado, me quedo callado para no despertarte, miro la ventana y espero... regresa la lluvia y regresa el frío, busco mi ropa y me marcho, y es así cada día. La monotonía me asfixia, pero no me quejo, las cosas siguen igual... Tal vez mañana, me grita el celular en la cara, pero para mi no hay mañana, siempre me quedo en el hoy. Regreso y todo sigue igual, un café en la mesa y una botella de vino a la mitad.

A veces me molesta el hecho de que estés acá, de que pueda verte todos los días, de que pueda ver tus ojos cada noche, tal vez si dejaras de hablar o de vez en cuando no callaras, me harte de conocerte, y conocerte a medias y no conocerte del todo, me harte de vos, me harte de mi y tal vez me harte de ambos, y si lamentablemente algunas cosas nunca cambian, o cambian demasiado...Todo lo extraño, todo.. pero sobre todas las cosas extraño el largo y el corto enredado y casi negro.


¡¡¡Me canse de lo perfecto!!!Por que es perfecto, y lo perfecto no va conmigo, POR QUE TODO TIENE QUE SER PERFECTAMENTE PERFECTO con vos, Y YO NO SOY PERFECTO!!!Me canse de esperar a que la perfección se cambie y un rayo de imperfección se asome por tu rostro, y que tal vez lo nuestro no sea tildado como una relación perfecta...¡Oye! No quiero una vida perfecta, ni una perfecta visión, ni siquiera quiero tener sueños perfectos que me hablen de lo perfecta que puede ser mi vida junto a ti...Es tan simple como que amo tu imperfección, amo lo humano que puedes ser y eso es decir mucho...Amo la imperfección de tu rostro y de tus manos, y que sin mi visión perfecta aun te puedo ver. Amo tu voz imperfecta y tu pelo desarreglado. Y la sonrisa "colgate" que se no tienes. Amo la imperfección de lo nuestro, y la imperfección tuya y mía, pero sobre todo te amo de una manera imperfecta, de la única manera en la que alguien tan imperfecto como yo, puede hacerlo.



"Viendo lo cual el cura, pidió al escribano le diese por testimonio como Alonso Quijano el Bueno, llamado comúnmente Don Quijote de la Mancha"






¿A donde jugaran los niños, cuando dejen de fumar?... Ha sido la pregunta que se ha estrellado en mi cabeza una y otra, y otra vez estos días, la respuesta no la busco, me gusta aun más la pregunta, una y otra y otra vez. Mientras el tren se atrasa y las gotas de lluvia mojan mi espalda y una señora me pregunta cuando fue la ultima vez que me peiné las cejas...

Si mi vida... Le respondo, el abrigo ya perdió su olor. Ella me mira con ojos exasperados y se corre a un lado, luego el nieto me abraza y me agradece por haberle enseñado a volar cometas con el viento al revés. Yo solo sonrió y me siento en la parte de atrás del vagón.

¿Que tan difícil es para usted no decepcionar a las personas? Eso entro directo en el ojo, es simple tal vez así lo vea, aunque estos días después de cenar, mi estado anímico a tenido gran decadencia...Será tal vez que la silla esta más del lado del mar...

No se burle y no se ría, que luego se atraganta con las imagenes, mejor sientese a escuchar los cuentos, tal vez alguno le haga cambiar de parecer y deje de pedirle a los cerdos que le enseñen a volar.

Deje de coleccionar amistades, que de tantas que ya no tiene tal vez le hagan falta fósforos, y no me diga que no tiene miedo, si lo vi dando vueltas con las manos en la pared de la estación.

Incoherente, así me gusta por que se entiende más de lo que a cualquiera le gustaría.


Dime...¿A donde jugaran los niños cuando dejen de fumar?

Deje de matar a los molinos, entonces...Y no venga llorando por que el yelmo le queda grande, que para mi usted no tiene lugar en este relato.

"Los ángeles se abandonan en la contemplación eterna de la gloria infinita”.
El hombre en busca de sentido Viktor Frankl






Las segundas partes nunca me gustaron...
Después de la tercera, me dio igual...
Vinieron la cuarta y la quinta, y ni las note
Pero siempre me quede con la sexta... Y la séptima aun la espero...




"Los sueños se escriben en el alma y se forjan con las manos" Andrés Dinartes Bogantes


El espejo igual, y el pincel en mi mano izquierda, soy zurdo y eso creo lo habías olvidado.
Estoy al revés siempre me han dicho, y me gusta ser así.
No intento encajar ese no es mi estilo, y si de estilos hablamos, creo que ni eso tengo.
Y que si rompo esquemas, o sigo algunos, de verdad no importa lo que sea, da lo mismo.
Igual lo sabes...
Aprendí a jugar con fuego y aun no me he quemado, y de vez en cuando salgo a las calles esperando algún semáforo rojo que me de unos minutos de oxigeno para poder respirar. Por que el sonido del fuego sigue escuchándose en mi cara, y la sombra que se forma, resulta ser mi yo, ese, que pocas veces logra salir.
Construyo sueños, y levanto ideas, y disfruto de los momentos que me creo, de la magia que le busco a cada instante, de la sangre que aun calienta mi cuerpo.
Y me han llamado de muchas maneras, y me han hablado de tantas otras, pero ni el agua logró apagar el incendio que tengo acá en mi pecho.
El mimo me habla y me cuenta su historia, su vida no es igual a la mía, pero la noche para ambos aun no tiene estrellas.La marioneta aun danza, y busca a alguien que mueva sus hilos, y sonrió junto a él...aunque el maquillaje se quiebre.La mujer por mas que amó nunca pudo tenerlo y movió, destruyo y asesino, hasta entender que a quien había matado era a ella misma. El títere aun llora por perder su sueño, pero no deja de ser un reflejo. Puedo seguir escribiendo sobre las razones y sabores, texturas y aromas de mis noches, pero hoy solo dire que el odio que se siente no lleva mi nombre, y el fuego aun no se apaga. Y la calle se queda vacia y el amarillo me pone impaciente, espero el rojo para poder buscar un campo en el centro de mi vida, mi escenario y mi pasion, solo muevo mis manos y me dejó llevar... Tal vez algún dia algún carro se detenga y me deje una moneda, de esas que brillan doradas y muy nuevas, de esas que una vez tuve y que perdí. Las promesas cambían y yo no he roto ninguna nunca, las promesas cambían y yo cumpli algunas que no eran mías, las promesas cambian, y hoy por primera vez me quite el maquillaje y sonrei, por que no existe ya nada que no cambie. ¡Caramba! ¿Es tan tarde ya?

Aquel día Sinclair se levantó como siempre a las 7 de la mañana. Como todos los días, arrastró sus pantuflas hasta el baño y después de ducharse se afeitó y se perfumó. Se vistió con ropa bastante a la moda, como era su costumbre y bajó a la entrada a buscar su correspondencia. Allí se encontró con la primera sorpresa del día: ¡No había cartas!
Durante los últimos años su correspondencia había ido en aumento y era una parte importante de su contacto con el mundo. Un poco malhumorado por la noticia de la ausencia de noticias, apuró su habitual desayuno de leche y cereal (como recomendaban los médicos), y salió a la calle.
Todo estaba como siempre: los mismos vehículos de siempre transitaban las mismas calles y producían los mismos sonidos en la ciudad, que se quejaba igual que todos los días. Al cruzar la plaza casi tropezó con el profesor Exer, un viejo conocido con quien solía charlar largas horas sobre inútiles planteos metafísicos. Lo saludó con un gesto, pero el profesor pareció no reconocerlo; lo llamó por su nombre pero ya se había alejado y Sinclair pensó que no había alcanzado a escucharlo.
El día había empezado mal y parecía que empeoraba con las posibilidades de aburrimiento que flotaban en su ánimo.
Decidió volver a casa, a la lectura y la investigación, para esperar las cartas que con seguridad llegarían aumentadas para compensar las no recibidas antes.
Esa noche, el hombre no durmió bien y se despertó muy temprano. Bajó y mientras desayunaba comenzó a espiar por la ventana para esperar la llegada del cartero. Por fin lo vio doblar la esquina, su corazón dio un salto. Sin embargo el cartero pasó frente a su casa sin detenerse. Sinclair salió y llamó al cartero para confirmar que no había cartas para él. El empleado le aseguró que nada había en su bolso para ese domicilio y le confirmó que no había ninguna huelga de correos, ni problemas en la distribución de cartas de la ciudad.
Lejos de tranquilizarlo, esto lo preocupó más todavía.
Algo estaba pasando y él debía averiguarlo. Buscó una chaqueta y se dirigió a casa de su amigo Mario.
Apenas llegó, se hizo anunciar por el mayordomo y esperó en la sala de estar a su amigo, que no tardó en aparecer. El hombre avanzó al encuentro del dueño de casa con los brazos extendidos, pero este se limitó a preguntar:
-Perdón señor, ¿nos conocemos?
El hombre creyó que era una broma y rió forzadamente presionando al otro a servirle una copa. El resultado fue terrible: el dueño de casa llamó al mayordomo y le ordenó echar a la calle al extraño, que ante tal situación se descontroló y comenzó a gritar y a insultar, como avalando la violencia del fornido empleado que lo empujó a la calle….Camino a su casa, se cruzó con otros vecinos que lo ignoraron o actuaron con él como si fuera un extraño.
Una idea se había apoderado del hombre: había una confabulación en su contra, y él había cometido una extraña falta hacia aquella sociedad, dado que ahora lo rechazaba tanto como algunas horas antes lo valoraba. No obstante, por más que pensaba, no podía recordar ningún hecho que pudiera haber sido tomado como ofensa y menos aun, alguno que involucrara a toda una ciudad.
Durante dos días más, se quedó en casa esperando correspondencia que no llegó o la visita de alguno de sus amigos que, extrañado por su ausencia, tocara su puerta para saber de él; pero no hubo caso, nadie se acercó a su casa. La señora de la limpieza faltó sin aviso y el teléfono dejó de funcionar.
Entonado por una copita de más, la quinta noche Sinclair se decidió a ir al bar donde se reunía siempre con sus amigos, para comentar las pavadas cotidianas. Apenas entró, los vio como siempre en la mesa del rincón que solían elegir. El gordo Hans contaba el mismo viejo chiste de siempre y todos lo festejaban como era costumbre. El hombre acercó una silla y se sentó. De inmediato se hizo un lapidario silencio, que marcaba la indeseabilidad del recién llegado. Sinclair no aguantó más:
-¿Se puede saber qué les pasa a todos conmigo? Si hice algo que les molestó, díganmelo y se terminó, pero no me hagan esto que me vuelve loco…
Los otros se miraron entre sí entre divertidos y fastidiados. Uno de ellos hizo girar su índice sobre su sien, diagnosticando al recién llegado. El hombre volvió a pedir una explicación, luego rogó por ella y por último, cayó al suelo implorando que le explicaran por qué le hacían eso a él.
Sólo uno de ellos quiso dirigirle la palabra:
-Señor: ninguno de nosotros lo conoce, así que nada nos hizo. De hecho, ni siquiera sabemos quién es usted…
Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y salió del local, arrastrando su humanidad hasta su casa. Parecía que cada uno de sus pies pesaba una tonelada.
Ya en su cuarto, se tiró en la cama. Sin saber cómo ni por qué, había pasado a ser un desconocido, un ausente. Ya no existía en las agendas de sus corresponsales ni en el recuerdo de sus conocidos y menos aún en el afecto de sus amigos. Como un martilleo aparecía un pensamiento en su mente, la pregunta que otros le hacían y que él mismo se empezaba a hacer: ¿Quién eres?
¿Sabía él realmente contestar esta pregunta? Él sabía su nombre, su domicilio, el talle de su camisa, su número de documento y algunos otros datos que lo definían para los demás; pero fuera de eso: ¿Quién era, verdadera, interna y profundamente? Aquellos gustos y actitudes, aquellas inclinaciones e ideas, ¿eran suyos verdaderamente? ¿o eran como tantas otras cosas: un intento de no defraudar a otros que esperaban que él fuera el que había sido?
Algo empezaba a estar claro: el ser un desconocido lo liberaba de tener que ser de una manera determinada. Fuera él como fuera, nada cambiaría en la respuesta de los demás.
Por primera vez en muchos días, encontró algo que lo tranquilizó: esto lo colocaba en una situación tal, que podía actuar como se le ocurriera sin buscar ya la aprobación del mundo.
Respiró hondo y sintió el aire como si fuera nuevo, entrando en los pulmones. Se dio cuenta de la sangre que fluía por su cuerpo, percibió el latido de su corazón y se sorprendió de que por primera vez NO TEMBLABA.
Ahora que por fin sabía que estaba solo, que siempre lo había estado, ahora que sabía que sólo se tenía a sí mismo, ahora… podía reír o llorar… pero por él y no por otros.
Ahora, por fin, lo sabía: SU PROPIA EXISTENCIA NO DEPENDÍA DE OTROS
Había descubierto que le fue necesario estar solo para poder encontrarse consigo mismo…
Se durmió tranquila y profundamente y tuvo hermosos sueños….Despertó a las diez de la mañana, descubriendo que un rayo de sol entraba a esa hora por la ventana e iluminaba su cuarto en forma maravillosa.
Sin bañarse, bajó las escaleras tarareando una canción que nunca había escuchado y encontró debajo de su puerta una enorme cantidad de cartas dirigidas a él.
La señora de la limpieza estaba en la cocina y lo saludó como si nada hubiera sucedido.
Y por la noche en el bar, parecía que nadie había registrado aquella terrible noche de locura.
Por lo menos, nadie se dignó a hacer algún comentario al respecto.
Todo había vuelto a la normalidad…
Salvo él, por suerte, él, que nunca más tendría que rogarle a otro que lo mirara para poder saberse… él, que nunca más tendría que pedirle al afuera que lo definiera… él, que nunca más sentiría miedo al rechazo…
Todo era igual, salvo que ese hombre nunca más se olvidaría de quién era.
-Y este es tu cuento, Demián -siguió el gordo-. Cuando no tienes registro de tu dependencia frente a la mirada de los otros, vives temblando frente al posible abandono de los demás que, como todos, aprendiste a temer.
Y el precio para no temer es acatar, es ser lo que los demás, “que tanto nos quieren”, nos presionan a ser, nos presionan a hacer y nos presionan a pensar.
Si tienes “la suerte” del personaje de Papini y el mundo, en algún momento, te da la espalda, no tendrás más remedio que darte cuenta de lo estéril de tu lucha.
Pero si no sucede así, si tienes la “desdicha” de ser aceptado y halagado, entonces… estás abandonado a tu propia conciencia de libertad, estás forzado a decidir: acatamiento o soledad; estás atrapado entre ser lo que debes ser o no ser nada para nadie..Y de allí en más…podrás ser, pero sólo, sólo y sólo para ti.


En perfecta armonía existen las ideas cortadas y magulladas por las exigencias de la sinceridad y una visión periférica de tu mano, sin espacio entre los dedos...
La renta se venció el día de ayer y aun no encuentro las palabras para decirte que tengo la solución, y las voces que cantan en los muros de tus mejillas me recuerdan a los cantos de las aves de primavera.
Y la dignidad hoy me parece superflua, pero repito que la sinceridad no ayuda cuando decirlo no hace que se vaya.
Ahora solo queda sentir y morir cada vez que una hoja me toca, y dejar de alimentar a los sentimientos de tu memoria. Y ahí estaré en un siempre jamás, mañana cambiare la cerradura. El paraguas se queda pequeño para tapar tanto, y en los asientos las personas solo guardan silencio, las letras se mueven y escriben en el cielo:




♪Live in my house,
I'll be your shelter
Just pay me
back,
With one
thousand kisses
Be my lover,
And I'll cover you

Open your door,
I'll be your tenant,
Don't got much baggage to
lay at your feet
But
sweet kisses I've got to spare
I'll be there,
And I'll cover you, oh

I think they meant it when they said you
can't buy love
Now I know
you can rent it, a new lease you are my love
On life, all my life

I've longed to discover something as true as
this is, yeah


So
with a thousand sweet kisses
(If you're
cold and you're lonely)
I'll
cover you
With a thousand sweet kisses
(You've got one nickel only)
I'll cover you
With a thousand sweet
kisses
(When you're worn out
and tired)
I'll cover you
With a
thousand sweet kisses
(When your
heart has expired)

Oh lover,
I'll cover you
(yeah yeah yeah yeah
yeah yeah)
Oh lover,
(I'll
cover you)
Five hundred twenty-five
thousand six
hundred minutes,
five hundred twenty-five
thousand seasons of love
(I'll cover you,
oh)♪


Ese día todos se despidieron, solo yo me quede ahi ... Frente a la tumba de la persona que me cambio y me hizo ser lo que soy...Como me hubiera gustado poder hablar con él aunque fue una noche más, solo una...Pero comprendí que ya el tiempo no iba a regresar, me sente en la tumba y hablé...Saque todo lo que necesitaba decirle y me despedí. Esa noche dormí como nunca... Fuí feliz




Y es que ellos fueron, son y tal vez serán


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