Random is my second name

Escritos sin sentido, palabras ordenadas que trasmiten mucho o poco, ambiguos... Como yo.

Me desperté con ganas de algo nuevo, de que mis pies caminaran por primera vez solos, sin yo decirles a donde ir, como cuando el viento me guia.
Me desperté feliz, aferrado a mi existencia, a que en mi mundo aun conservo guardadas t
antas cosas, tantas ganas, y tantos quisiera.
Me desperté con una idea entr
e mi cabeza y mi almohada, con un sueño acurrucado en mi pecho, con una imagen en mis ojos.



Siempre hay que cumplir las promesas...


Nunca me ha gustado vivir entre paréntesis, y mucho menos entre signos de interrogación. La simplicidad por mucho que sea aburrida de vez en cuando en la vida es necesaria. Aunque no me gusta ni lo blanco ni lo negro los tonos grises generan interrogantes, que claramente necesitan respuesta.
Siempre me he negado a mirar hacia atrás, el devolverme a recoger pedazos de historias pasadas aunque sirve para crecer, encierra en sí un acto de abandono a la superación, aunque comprendo la importancia del proceso para cerrar el ciclo.
Los cambios por más dolorosos que sean, permiten que la vida continúe su camino, siempre y cuando sean naturales y necesarios, el obligar a una persona a cambiar quien es por un simple capricho egoísta, solo demuestra la inmadurez y la estupidez que puede llegar a tener un ser humano en su cabeza, la libertad de ser quien uno quiere ser nace de la necesidad de ser autentico, de dejar de pretender y mentir, y exigirle a un ser humano que se mienta a sí mismo y renuncie a sus ideales, termina cualquier destello de respeto hacia la persona que exige el cambio.
La misma libertad que usted exige para hacer lo que quiera, es la misma que yo pido para ser quien soy, aunque incluso la mía ni siquiera se debería de poner en tela de duda, mientras que su camino se empieza a escribir, el mío ya lleva su tiempo construyéndose, y no crea que una cara bonita, me va a sacar de el. ¿Si no lloré cuando se fueron personas que de verdad quise, que le hace pensar que lloraré por usted?
En pocas palabras le puedo decir que prefiero perderlo a usted, que perderme a mí mismo.




Y es que ellos fueron, son y tal vez serán


Laberintos curiosos y extractos cotidianos



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