Me desperté con ganas de algo nuevo, de que mis pies caminaran por primera vez solos, sin yo decirles a donde ir, como cuando el viento me guia.
Me desperté feliz, aferrado a mi existencia, a que en mi mundo aun conservo guardadas tantas cosas, tantas ganas, y tantos quisiera.
Me desperté con una idea entre mi cabeza y mi almohada, con un sueño acurrucado en mi pecho, con una imagen en mis ojos.
Me desperté feliz, aferrado a mi existencia, a que en mi mundo aun conservo guardadas tantas cosas, tantas ganas, y tantos quisiera.
Me desperté con una idea entre mi cabeza y mi almohada, con un sueño acurrucado en mi pecho, con una imagen en mis ojos.
Siempre hay que cumplir las promesas...
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