Random is my second name

Escritos sin sentido, palabras ordenadas que trasmiten mucho o poco, ambiguos... Como yo.



"Es como una vieja herida,

como un desengaño amoroso al que te aferras,

por el placer del dolor."

Elizabeth Gilbert


Con el tiempo uno deja de creer, después de caminar, después de correr, e incluso intentar volar, puedo decir que lo he intentado todo.

Equilibrado o desequilibrado... Las respuestas siempre han sido las mismas...
Que muy rápido, que muy lento, que muy iguales, que muy diferentes.... No importa la definición, o más bien el concepto que se dé, si siempre tiene un que adelante.

Por eso las promesas son para cumplirse, y más si fueron hechas para evitar llegar a acá...

Puedo malgastar tiempo y palabras aferrándome a tu ausencia, o a las razones que te hicieron ya no seguir en este lugar, (acepto que más de la mitad que podrías darme son mías), pero no quiero eso, ni siquiera quiero hablar más de esto, aunque tal vez sea lo que necesito.

Sería interesante sentarme en un sillón y hablarlo fríamente... Mire señor psicólogo la verdad es que me he sentido un poco triste estos días, (me encanta el sarcasmo de la situación). Mejor sentémonos a hablar de heridas, aunque no sé quien tiene más, si tú, o yo.
Esperar nunca ha sido mi fuerte....

¿Qué te puedo decir?...
Lo siento, ya lo dije...

Te quiero, lo he dicho muchas veces más…

No me olvides. Por favor seamos serios, sería mucho mejor si lo hicieras la verdad.

¿Entonces?
Por que te sigo trayendo a mi memoria, y me sigo castigando.

¿Será la estúpida idea de que cuando te vuelva a ver, todo volverá a ser como al principio?Aunque es paradójico que esto no haya tenido un principio, pero si un final…

Odio, de verdad odio hablar conmigo mismo, odio que no vayas a leer esto, y odiaría más que lo leyeras.

Y aunque te dije que no eran los mejor los mejores, los extraño como si los fueran...

A quien supo arrugarme, a quien supo despeinarme la existencia, a quien como muchas veces le di todo, y no recibí nada, le agradezco el que haya estado y el que ya no este. Porque al igual que yo el no tuvo la culpa.

Siempre he querido un árbol




Y es que ellos fueron, son y tal vez serán


Laberintos curiosos y extractos cotidianos



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