Random is my second name

Escritos sin sentido, palabras ordenadas que trasmiten mucho o poco, ambiguos... Como yo.




El derecho de soñar no figura entre los treinta derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si no fuera por él, y por las aguas que da de beber, los demás derechos se morirían de sed

El derecho de Soñar
Eduardo Galeano



Me resulta curioso, el cuestionarme si existe un presente... Si el segundo que estoy viviendo tiene la respuesta. Logro diferenciar mi pasado de mi futuro, pero eso que llaman presente curiosamente repito no lo logro digerir. Sentarme en cualquier lugar, respirar profundo y hacer promesas que no cumplire, no va conmigo.
Millones de oportunidades que se presentan, y simplemente se dejan ir... vivir en el pasado no sirve de nada.
Aferrarse a sueños tampoco funciona de nada, la vida es eso que pasa mientras tú haces otros planes...

¿Entonces donde quedo yo? ¿Encerrado en un lapsus momentáneo inexistente? ¿Malogrando instantes pasajeros que de seguro dentro de un tiempo no recordare sin el estimulo adecuado, y la respuesta sea equivalente a mi nivel de cordura?

El tiempo vuela y uno tras otros los instantes se esfuman en el recuerdo colectivo, prostituyéndose en la memoria humana , creando orgías con el resto de momentos pasados, de lapsus que no tienen ni una padre ni una madre, y mucho menos una patria a la cual llamar hogar.

Se suponía que para las 11, ya las cosas serían diferentes, y no hablo de un cambio radical, solo de un cambio... uno diminuto que devuelva la esperanza y calle esa voz que no se cansa de gritar que ya todo esta perdido.

El hombre no solo necesita de salud, dinero y amor, y a la religión se le olvida que también necesita más que palabras. Una pequeña gota de esperanza no le caería mal....

Imaginarse por un momento un lugar en donde el salir a la calle de noche no sea vivir en la jungla... en donde solo el más fuerte sobrevive.
Un lugar en donde las celebraciones no sean sinónimo de bebidas etilicas y el nivel de calidad de una fiesta se mida por que tan ebrio quedé.
Un lugar en donde los derechos sean derechos y no armas para discriminar,en donde la equidad no sea una utopía, y el ser diferente sea algo normal.
Un lugar en donde el pueblo se una para erradicar el hambre de su gente, en vez de luchar por un pedazo de tierra, que al fin y al cabo no le pertenece a nadie... las fronteras solo fueron hechas para separar a los hombres, pero la naturaleza no conoce de países, ni presidentes.

Yo que soy una persona del milenio pasado, lamento ver que aunque la tecnología y la ciencia avancen, el ser humano decae...

Una década después, el sueño de Don Eduardo Galeano simplemente se alejo de ser llamado una realidad.





Sin embargo, aunque no podemos adivinar el mundo que será, bien podemos imaginar el que queremos que sea(...)Deliremos, pues, por un ratito. El mundo, que está patas arriba, se pondrá sobre sus pies...

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Y es que ellos fueron, son y tal vez serán


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